El mundo, «sediento de
paz», exige la unidad de los cristianos;
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 18 enero 2004 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II lanzó este domingo un apremiante llamamiento a la unidad de los
cristianos, separados en diferentes confesiones, al comenzar la Semana de
Oración por la Unidad de los Cristianos.
«En un mundo sediento de paz, es urgente que las comunidades cristianas anuncien
el Evangelio de manera acorde --reconoció--. Es indispensable que testimonien el
Amor divino que les une y que lleven alegría, esperanza, y paz, convirtiéndose
en levadura de nueva humanidad».
El Santo Padre pronunció su invitación antes de rezar la oración mariana del «Angelus»,
desde la ventana de su estudio, ante varios miles de peregrinos congregados a
mediodía en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El pontífice recordó que en este año el
Programa de la
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos lleva por lema las
palabras de Jesús «Mi paz os doy».
El documento ha sido redactado por las diferentes confesiones cristianas que
viven en la ciudad de Alepo (Siria) por encargo del Consejo Pontificio para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos (Iglesia católica) y por la Comisión Fe
y Constitución (Consejo Ecuménico de las Iglesias).
«Es significativo que el tema haya sido propuesto por las Iglesias de Oriente
Medio, donde la unidad y la paz son las prioridades más sentidas», constató el
pontífice, quien leyó con voz clara y en su integridad su intervención.
En los próximos ocho días, como puso de manifiesto el Santo Padre, en todas las
partes del mundo, cristianos de las diferentes confesiones y tradiciones se
reunirán para rezar por el refuerzo del «compromiso común por su plena unidad».
El programa redactado por los cristianos sirios --católicos, ortodoxos y
protestantes-- ofrece oraciones para cada uno de los días de la semana en que
representantes de los más de dos mil millones de cristianos del mundo se
reunirán en encuentros ecuménicos.
Los cristianos, subrayó Juan Pablo II, «sienten la profunda necesidad de
dirigirse a su único Señor para que les ayude a vencer la tentación del
desaliento en el difícil camino que lleva a la comunión plena».
El obispo de Roma concluyó encomendando a la intercesión de la Virgen María esta
Semana para que «produzca abundantes frutos para la causa de la unidad de los
cristianos».
«Que sea una ocasión propicia para que quienes creen en Cristo se intercambien
un abrazo fraterno, en la paz del Señor», deseó.
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos tiene sus orígenes en el
movimiento pentecostal en Escocia con vinculaciones en Estados Unidos. En 1894,
el Papa León XIII ya animaba a la práctica del Octavario de oración por la
unidad en el contexto de Pentecostés.
Las celebraciones de esta semana fueron inauguradas de manera oficial este
domingo en Roma por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio
para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, al presidir un acto ecuménico
en la iglesia de Santa Brígida en Roma junto al obispo luterano de Helsinki.
El mismo cardenal Kasper clausurará la Semana el próximo domingo, en la Basílica
de San Pablo Extramuros, con una solemne liturgia en la que participarán
delegaciones de las diferentes confesiones cristianas |
El Papa elogia el progreso del diálogo con los
luteranos
VATICANO, 19 Ene. 04 (ACI).-Al
recibir este lunes a una delegación ecuménica de Finlandia, el Papa
Juan Pablo II elogió el
avance en el diálogo ecuménico con los evangélicos luteranos en el mundo.
En el discurso que dirigió a los miembros de la delegación
evangélica finlandesa, el Santo Padre expresó su “agrado por poder dar la
bienvenida también este año a la Delegación Ecuménica que visita Roma con
motivo de la festividad de San Enrique, patrono de Finlandia”.
“En esta semana de oración por la unidad de los cristianos
–agregó el Papa- expreso mi gratitud por el progreso ecuménico que han
alcanzado católicos y luteranos en los últimos cinco años desde la firma de
la Declaración Común sobre la Doctrina de la Justificación”.
El Pontífice añadió que “un signo prometedor de este
progreso en nuestro camino hacia la unidad plena y visible ha sido la
creación de un nuevo grupo de diálogo entre católicos y luteranos en
Finlandia y Suecia”.
“Espero que
luteranos y católicos practiquen cada vez más una espiritualidad de comunión
arraigada en los elementos de vida
eclesial que ya comparten y refuercen su unión en la oración y en el
testimonio del Evangelio de Jesucristo. Invoco para todos vosotros copiosas
bendiciones divinas”, concluyó el Papa.
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